Fotografía: Ami Pajolchek |
Metamorfosis,
así de simple.
O no tan simple, no para aquellos que hace años
escuchan a un santiagueño que hoy se anima a Rodar en plena Capital
Federal.
Una
noche atípica: en pleno otoño porteño teníamos 26 grados de
temperatura que permitían disfrutar sin tantos abrigos de una noche
especial, cargada de distintos ritmos, de momentos únicos.
La
presentación inició puntual, a las 21 horas Raly Barrionuevo
subió al escenario del Teatro Vorterix. Esta presentación es parte
de una gira que realiza con su nuevo material llamado “Rodar”,
disco que en vivo pudo escucharse con una sonoridad cálida, con
marcadas variaciones. Se sumó en esta oportunidad a la banda que
lo acompaña los vientos que daban esa frescura audaz.
Cada canción
tuvo sus secuencias de “películas”: vivencias, amores, dolores,
caminos y olvidos.
“Mujer
Caminante” fue la elegida para abrir y romper con toda formalidad
que a veces no es necesaria. Luego fue el turno de “Al costado del
Camino”, “Mochileros” y “El sol parece lluvia”. Cada
interpretación fue implacable. Ya casi redondeando el disco el
espectáculo tuvo una invitada sorpresa: “pudo
llegar”,
así lo aseguró Raly sorprendido y feliz, Liliana Herrero se hizo
presente regalando al público una versión magistral de “Niña
Amada de la América Sagrada”, bella interpretación teñida de
sensaciones, reflexión casi espiritual, creando uno de los mejores
climas de la noche.
Fotografía: Ami Pajolchek |
Si
bien este nuevo disco no tiene ritmos clásicos de nuestro folclore,
apenas hay sólo una zamba, este giro, este cambio permite ver el
momento en el cual se encuentra Raly: hoy era el “tiempo” para
“Rodar”, esta metamorfosis que se permite como artista que lo
plasmó en este trabajo, expresión plena de la libertad. Hay una
búsqueda y en ese proceso se gesta este material.
Luego
llegó el turno de las Chacareras “clásicas” que la gente sabe
que las va a cantar: “Chacarera del exilio”, “Chacarera de la
Espada”, “Chacarera del sufrido”, entre otras. Algo histórico:
“Luna cautiva”, “Zamba por vos” y “Oración del remanso”.
Ya
finalizando la velada, como si todo hubiese sido poco llega otro
encuentro “mágico”: a Liliana Herrero y Raly se sumó Lisandro
Aristimuño; juntos interpretan “Tu nombre y el mio”, versión
que muchos agradecerán de por vida haberla escuchado en vivo.
Fotografía: Ami Pajolchek |
En
cada estrofa se renueva la ilusión. En cada grito, aplausos o manos
arriba hay una ilusión de que se transformen “Los momentos”. Los
Propios o el de todos. Aquí la música impulsa a esto: a poder
transformarnos con libertad y esperanza.
Esa
esperanza que mantuvo al público 2 horas expectantes. Con ganas de
decir y de oir. “Hasta siempre”, “Ey paisano” y rematamos con
“Somos nosotros”.
Al
terminar esta especie de crónica uno puede concluir que si la música
tiene esa libertad de modificarse, esa capacidad de transportarnos,
de regalarnos momentos únicos, podemos llegar a creer entonces que
de ella aun tenemos mucho que aprender, que descubrir y de vivir
renovando asi una y otra vez… nuestra esperanza.
Abril 2013. Laura Cáceres.
Abril 2013. Laura Cáceres.
Fotografía: Ami Pajolchek |
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